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Infertilidad masculina

Cuando un hombre presenta complicaciones para poder lograr un embarazo, se le considera tiene un problema de infertilidad . Muchas parejas alrededor del mundo se enfrentan a este tipo de problemas. Es necesario saber que no te encuentras solo. Nuestros especialistas en Biología de la Reproducción pueden brindarte el tratamiento que necesitas para lograr tus sueños.

También se considera que un hombre tiene problemas de fertilidad cuando ha intentado lograr un embarazo en el lapso de un año sin éxito alguno. Sin embargo, es algo muy común, una serie de estudios han comprobado que una de cada 10 parejas tienen la misma problemática.

En algún punto de la vida se llegó a creer que el problema con la fertilidad era algo exclusivo de las mujeres. Actualmente sabemos que los hombres también pueden tener el mismo problema. Por lo que, si una pareja se está enfrentando a complicaciones para poder concebir, el causante puede ser tanto el hombre como la mujer.

Puede que el lograr embarazar a una mujer le tome un año. Se considera que es hasta entonces normal. Muchos especialistas le sugerirán esperar un año para realizarse la prueba de infertilidad. De haber pasado ya el año, será necesario que acudas con tu pareja a un centro de salud.

Algunas de las causas

Existen problemas de salud que podrían ser los causantes de la infertilidad masculina, por ejemplo:

  • La fibrosis quística.
  • Las lesiones en el escroto.
  • Las lesiones en los testículos.
  • Los problemas de erección.
  • Los problemas de eyaculación.

Un hombre puede tener infertilidad si, tras 12 meses de intentar concebir sin éxito, presenta señales como:

  • Problemas de erección o eyaculación.
  • Dolor, inflamación o cambios en los testículos.
  • Bajo volumen o cambios en el semen.

 

El diagnóstico incluye un análisis de semen (para evaluar cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides), pruebas hormonales y, en algunos casos, estudios genéticos o ecografías. Si existen dudas, se recomienda acudir a un especialista en fertilidad.

El diagnóstico comienza con una consulta médica, donde el especialista realiza un historial clínico completo y un examen físico. Luego, se solicitan pruebas específicas, como:

  • Análisis de semen: Evalúa la cantidad, calidad, movilidad y forma de los espermatozoides, así como el volumen del semen.
  • Pruebas hormonales: Miden los niveles de testosterona, FSH, LH y prolactina para identificar desequilibrios hormonales.
  • Ecografía escrotal: Ayuda a detectar problemas estructurales como varicocele o bloqueos en los conductos espermáticos.
  • Estudios genéticos: Se realizan si se sospechan alteraciones cromosómicas o genéticas que afecten la fertilidad.


Estos pasos permiten al médico identificar la causa subyacente y proponer el tratamiento adecuado.

El tratamiento depende de la causa específica. Algunas opciones comunes son:

  • Medicamentos: Para corregir desequilibrios hormonales o tratar infecciones.
  • Cirugía: Se puede realizar para corregir varicocele o reparar bloqueos en los conductos espermáticos.
  • Reproducción asistida: Métodos como la inseminación intrauterina (IIU) o la fertilización in vitro (FIV) permiten usar espermatozoides de baja calidad o en cantidades reducidas para lograr un embarazo.
  • Cambios en el estilo de vida: Dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol y mantener una dieta equilibrada puede mejorar la fertilidad en algunos casos.

El diagnóstico puede llevar varias semanas, ya que incluye análisis de semen, pruebas hormonales y, en algunos casos, estudios adicionales como ecografías o biopsias testiculares. Es un proceso importante para identificar la causa y encontrar el mejor tratamiento.